
En los últimos días han aparecido varias informaciones, de fuentes generalmente solventes, que nos avisan que las vanguardias que trabajan sobre Inteligencia Artificial se están acercando a la llamada IA General. Veamos el estado de esta cuestión de extraordinaria importancia para casi cualquier tarea.
La IA Generativa es una realidad en uso, con ejemplos como DALL-E para la generación de imágenes. Tiene aplicaciones prácticas, puede crear contenido original por sí misma. Se usa para técnicas avanzadas de aprendizaje automático y puede aplicarse en muy diversos campos.
En teoría, tiene un cierto potencial de autoconsciencia, pero este es un tema muy discutible, no se sabe bien si tiene tal capacidad o solo la simula con cierta eficacia. La diferencia es enorme.
Pero hay un hecho muy interesante: a medida que las empresas y laboratorios que la usan avanzan, se estrecha el camino para llegar a la verdadera meta, la Inteligencia Artificial General.
El problema con esta segunda es que continúe una incertidumbre radical, es un nuevo mundo inexplorado, casi un planeta extraterrestre.
Creo que, con el estado actual de las tecnologías disruptivas, que avanzan exponencialmente, deberíamos asumir esta incertidumbre radical y acostumbrarnos a dejar espacio en nuestras mentes aún analógicas, casi medievales, a lo desconocido como el vecino que nos toca por encima del hombro.
La IA General es un desafío formidable, tal vez lejano, tal vez inalcanzable. Pero está ahí, llamado a nuestra puerta.
Mientras tanto, apliquemos la maravillosa IA Generativa para nuestras tareas cotidianas, pues sus aplicaciones son inmensas y aún estamos en un comienzo.
Cualquiera que sea tu trabajo, o simplemente tu curiosidad, no dejes de aprender. O perderás el futuro.